Primeras impresiones en accesibilidad del TS480SAT con VGS-1

Hace algunos días ha llegado a mi cuarto de radio un TS480SAT prácticamente nuevo y con el chip VGS-1 instalado, que, recordemos, proporciona una síntesis de voz muy útil para las personas ciegas.
Por cierto, que el VGS-1 también permite grabar 3 mensajes de voz y CW junto con la capacidad de almacenar continuamente los últimos 30 segundos de audio RX.
Mis primeras impresiones fueron las de encontrarme ante una radio muy táctil, con controles diferenciados y muy diferentes a las de mi IC7000.
Para empezar, el panel frontal está separado del cuerpo del transmisor y se monta sobre un pequeño soporte de metal que le da un ángulo cómodo para trabajar, conectándose este a la parte frontal del equipo mediante un cable.
Como decía, el panel frontal es muy táctil, y el diseño me recordó en algunos aspectos al del gran (por su tamaño, solamente) TS2000.
El TS480SAT, lleva un acoplador interno que sintoniza sin problemas mis dipolos, reproduciendo en CW el mensaje «SWR» cuando no es capaz de hacerlo (en las bandas WARC, por ejemplo) debido a mi sistema de antenas.
El chip de voz VGS-1 está literalmente por encima de cualquier otro chip de voz que he usado, como puedan ser el VS-3 o el incorporado en modelos de Icom.
Lo mejor, creo yo, es configurar el botón de función programable para que el chip lea la intensidad de la señal (S9 por ejemplo) y presionar Enter dos veces para que nos lea la frecuencia actual en uso.
El modo lo indicará con mensajes en CW (LSB, USB, CW, FM, etc.)

La frecuencia se puede introducir directamente con el teclado, y cada número se pronuncia a medida que se pulsa.

Las funciones comunes, como el ajuste de potencia, son totalmente accesibles y leídas. Por ejemplo, presionando el número 4, el equipo nos dirá «tx power» y el valor de la potencia en vátios.

Esto es aplicable a la ganancia del micrófono (con la tecla 5), la velocidad del manipulador interno incorporado (con la tecla 6), u otros parámetros como el nivel del compresor, el retardo, la ganancia del VOX y mucho más. Absolutamente genial.
Para saber si las opciones están activadas o no, el equipo lo indica con diferentes sonidos, normalmente dos tonos diferentes de beep, como ya comenté en un artículo a parte.

Sin embargo, no hay mandos dedicados para ajustar la ganancia de RF o los filtros de paso de banda, que  no tienen botones específicos. En cambio, se debe presionar un botón para activar la función y girar el mando de sintonía o el control multi para ajustar el nivel.
En el caso de los filtros de paso de banda, el VGS-1 nos pronunciará incluso las frecuencias de corte alto y bajo si pulsamos el botón correspondiente. La agrupación de los botones me gusta también, más o menos organizado según los parámetros a los que deseémos acceder.

El sistema de menú, donde en otros equipos tenía problemas, es accesible aquí y gracias al chip conoceremos el número del ítem y el parámetro asociado.
Hasta que no nos conozcamos de memoria los menús, he necesitado ir tirando de manual para saber a qué menú corresponde cada número, cuál es el menú 40 o qué modifico si toco el menú 61. De la accesibilidad de los manuales hablaremos en artículos aparte, porque a veces tienes que echarle mucha imaginación para saber a qué o a cuál tecla se refieren. Pongo un ejemplo del tema de los menús: la función de ecualizador de TX predeterminada se expresa como 19, OFF. Por lo tanto, deberemos saber que el menú 19 es el que se refiere al ecualizador TX. El equipo nos hablará cuando cambiemos los parámetros dentro de la opción de menú. Por lo tanto, al usar los botones para cambiar de banda hacia arriba y hacia abajo, seleccionaremos ‘Desactivado’, ‘HB1’, ‘HB2’, etc., u otras opciones dependiendo de las disponibles en cada ítem del menú.

El chip también lee los canales de memoria, tanto el número de canal como la frecuencia almacenada. Lo mismo ocurre con las memorias rápidas.

Si queremos operar en Split (una faena con otros equipos), el TS480SAT nos dirá  si está activada y si el equipo se encuentra en el VFO A o en el B.

Manías que tiene uno, siempre suelo configurar el control multicanal para que se mueva en pasos de 1kh cuando haga un click, dejando el mando central para una sintonía más fina. Incluso al ajustar el paso, el equipo me leía los incrementos.

En términos de accesibilidad y usabilidad, el TS480 es extraordinario, comparándolo con otros equipos que he tenido o he probado. No voy a analizar criterios de recepción, sonido, etc, porque aún me estoy haciendo a ellos y no puedo juzgar, pero en cuestiones de accesibilidad y usabilidad, repito, es un buen aliado. Ya lo he conectado también al PC y sin problemas uso las funciones de CAT para terminar de controlar el equipo, e incluso el programa arcp480 es super accesible para configurar y toquetear las opciones del equipo desde el ordenador, hacer copias de seguridad, etc. El uso en remoto desde otro ordenador también es accesible usando los softwares de Kenwood, aunque no me gusta hacer remotos así. Mi intención es adquirir un Remoterig y llevarme conmigo el cabezal para hacer remotos como si tuviera delante el equipo. ¡Espero que Remoterig sea capaz de transmitir también los mensajes hablados del VGS-1!
Me queda pendiente hacer un vídeo para que veáis su uso y actualizarle el firmware, para lo cuál es necesario abrirle la tapa superior y mover un switch, a ver si lo localizo o necesito unos ojillos para apañarme.
Seguiremos cacharreando…

 

(Gracias a Kelvin Mars, M0AID, de Active-Elements, por la información y el artículo que inspira este)

¿Cómo hace Kenwood que hablen sus equipos? VS-3 y VGS-1

En artículos anteriores os hablé de los chips VS-3 y VGS-1, dos sintetizadores de Voz usados por Kenwood para dotar de accesibilidad a sus equipos. junto a los botones dedicados y otros truquitos, son la puerta de acceso a los equipos por parte de los operadores ciegos.

Kenwood fabrica dos unidades de sintetizadores de voz, el VS-3 y el VGS-1.
El manual del usuario de cada radio indica qué unidad utilizar.
Así, por ejemplo, mientras los TS-2000 o TM-V7e usan el VS-3 (más antiguo), modelos como
el TM-V71A, el TS-480 o el TS-590 o TS-590SG son compatibles con el VGS-1 que ofrece más posibilidades.

*El TS-990S de Kenwood dispone de una guía de voz propia como característica estándar del equipo, es decir, que no requiere de un sintetizador adicional. No he podido probar el equipo debido a su alto coste económico.
**El transceptor portátil TH-D74A de Kenwood también dispone de sintetizador propio y da un salto brutal en lo que se refiere a la guía de voz que incorpora. Algún día caerá en mis manos y podré escribir una reseña.

EL VS-3: mi voz de Kenwood.

Las funciones de una unidad VS-3 dependen de la radio que se esté utilizando.
Deberemos instalar la tarjeta con el chip (haré un artículo separado para comentar esto) en cada radio.
El VS-3 Suele anunciar las frecuencias mediante una voz (inglés y japonés), el canal de memoria en uso y alguna pulsación más del equipo.
El nivel de audio de los avisos de voz suele ser ajustable a través de un menú, aunque algunos modelos antiguos tienen un pequeño potenciómetro para llevar a cabo dicho cometido.
Algunas radios, como la TS-2000, tienen una sola tecla de función programable [PF] en la esquina superior izquierda del panel frontal. Usando una lista de opciones en el menú, se puede designar que esta tecla llame al sintetizador VS-3. Es el valor pretederminado de fábrica para esa tecla.
Además de la función «frecuencia a petición», el VS-3 anuncia en algunas radio de manera automática la frecuencia cuando se cambia de banda, cuando cambiamos de VFO o cuando entramos o salimos de las memorias (dependiendo de la radio).
En algunos modelos, cuando se introduce una frecuencia digitalmente con el teclado, se escucha cada pulsación de tecla y luego se anuncia la frecuencia para confirmarla.
El VS-3 también puede ayudar a configurar la radio en el modo Menú. En algunos modelos (ojo, no en todos),
cuando accedemos a un menú diferente (usando el mando Multi / Ch), el VS-3 anuncia»Menú» seguido del Número de Menú y la selección actual.
La voz del VS-3 es una síntesis femenina fácil de entender y pregrabada.

Vamos avanzando: el VG-s1

La unidad VGS-1 es un sintetizador de voz combinado con  unidad de grabación digital. Tiene todas las características del VS-3, pero además:
• posee cinco velocidades de voz seleccionables por menú
• Para agilizar el funcionamiento automático sólo anuncia qué
Ha cambiado en cada modo de configuración y en las entradas de menú
• Si pulsamos una tecla que selecciona una función, como
la potencia Del transmisor con la tecla [PWR], la guía anunciará el
Nombre de la función y la opción.
• Permite la grabación y la reproducción digital.

Las funciones de una unidad VGS-1 también dependen de la radio que estemos utilizando.

Por ejemplo, el transceptor Kenwood TS590S HF añade dos funciones a la guía de voz VGS-1:
la lectura de varios medidores como RF, SWR, ALC y una nueva opción de menú para deshabilitar anuncios automáticos sin que eso afecte el uso de las teclas [VOICE].

En conclusión, los sintetizadores de voz Kenwood están bien diseñados y son fáciles de usar.
Anuncian la frecuencia si así se lo pedimos, informan de la frecuencia de manera automática después de pulsar la tecla de VFO, cambiar de banda o acceso a las memorias y ofrecen asistencia audible para navegar por los menús así como anuncios de medición o pulsaciones de teclas (solo VGS-1 y en algunos modelos).
Como ejemplo, los transceptores TS-2000, TS-480 y TS-590 son usados por muchos radioaficionados ciegos sin problemas a lo largo y ancho de todo el mundo.

 

En el vídeo que acompaña este artículo, se muestra la instalación de una placa VS-3 en un Kenwood TM-V7E y las mejoras de accesibilidad que proporciona.

 

[embedyt] https://www.youtube.com/watch?v=Px_S7m7Kg6Y[/embedyt]

Frontal y micro de Kenwood TM-V7E

Evaluación de accesibilidad del Kenwood TM-V7E

(Traducción libre y ampliada con mis experiencias del artículo de Kelvin Marsh M0AID en Active-Elements.org).

 

Me regalaron (el día de Reyes de algún día a principios de los 2000) un flamante Kenwood TM-V7E, un transceptor VHF y UHF móvil de FM. Por lo que he leído e intercambiado, es uno de los equipos más usados en bandas altas por personas ciegas y se acepta como uno de los más accesibles.

Kenwood TM-V7E montada en cocheAhora mismo la llevo en el coche (de mi pareja, yo no conduzco por seguridad ciudadana), aunque ocupó muchos años el despacho donde me sentaba a escuchar y escuchar, como ya conté en otro artículo.

Con ella descubrí los subtonos, la banda de 70CM, los DCS, los equipos con doble receptor, etc.

La radio tiene un zócalo de antena tipo N, tomas TNC y soporta dos altavoces externos, uno para cada VFO.  Transmite en 2m y 70cm y tiene tres niveles de potencia: bajo de 5 vatios, medio de 10 vatios, y alto de 50 vatios en VHF y 35 en UHF.

No hay ningún teclado numérico en el panel frontal y el micrófono tampoco dispone de teclado numérico.

Al parecer, la TM-V71E sí lleva teclado numérico en el micrófono, cosa que seguramente ayudará a la introducción de frecuencias directas.

Aunque se le debe hacer una pequeña modificación (no la hice yo, no es accesible) al equipo, éste puede trabajar fuera de las bandas de aficionados en los modos FM y AM y usarse como repetidor de banda cruzada.

 Kenwood TM-V7E

Los controles del panel frontal (que además es extraíble) están muy bien definidos, y los botones son de plástico duro que facilitan su ubicación, localización y distinción.

El display se diferencia al tacto y a cada lado hay una fila vertical de tres botones: CALL (diferente a los demás) VFO y MR a la izquierda y POWER (diferente a los demás) PM y MENU a la derecha.

Hay un pequeño botón de sintonización en la parte inferior izquierda del panel de control, que hace clic mientras se sintoniza, cada vez que cambia un paso de frecuencia (configurable a cuantos KHZ).

Este mando también se utiliza para seleccionar canales de memoria y desplazarse por el menú. Además, el pequeño dial tiene una función de pulsador que sirve para cambiar los pasos a MHZ, entre otras cosas.

Cuatro botoncitos que sobresalen como pequeños puntitos cubren la parte central del equipo y debajo del display: la primera es la tecla de función (puede pulsarse seguida de otra tecla o mantenerse pulsada para otras opciones), la tecla de tono, la tecla de reverse y un último botón para configurar la potencia en alta, media o baja. Cuando seleccionemos la potencia alta, el equipo emitirá un beep más grave del que emite para las otras dos posiciones. Como los pitidos para media y baja son iguales, deberemos contar a partir del beep más grave (alta) y así saber en qué rango de potencia estamos.

En la parte inferior derecha hay dos controles de Volumen y Squelch, independientes para cada uno de los dos VFO, el A y el B.

Estos botones también se pueden presionar para llevar a cabo funciones adicionales como por ejemplo leer las frecuencias en voz alta (siempre que se disponga del módulo VS-3 instalado). En el medio de los dos controles hay un pequeño botón que nos indica el VFO activo de operación (no el de transmisión) con un pitido más agudo para el VFO A y otro más grave para el B.

A la izquierda del todo de la parte frontal del equipo se halla el agujero para el TNC (que nunca he usado) y a la derecha la clavija RJ45 para el micrófono. El que trae de fábrica solo incluye cuatro teclas: Call (diferenciada con un punto), MR, VFO y otra para cambio entre bandas.

De la parte trasera solo mencionaré las dos tomas mini-jack de 3,5MM separadas para VFO A y B, el cable para conectarlo a la fuente de alimentación (he tenido que marcar los terminales con un trozo de cinta aislante para saber cuál es el rojo y cuál el negro y no equivocarme con la polaridad) y la toma de antena ‘N’ a la derecha del todo.

Trasera Kenwood TM-V7E

Cuando me lo regalaron, el TM-V7E ya llevaba instalado el Chip VS-3: una pequeña tarjeta que provee al equipo de la función de lectura de las frecuencias y modos mediante una síntesis de voz.

En cambio, el TM-V71E se equiparía con la guía de voz opcional VGS-1, que amplía y mucho la accesibilidad del equipo, dando acceso mediante voz a la mayoría de pulsaciones de botón e incluso a parte de los menús.

El VS-3 del TM-V7E sólo lee las frecuencias (en inglés y japonés), el número de canales en memoria y la frecuencia asignada, las pulsaciones de los botones CALL, MR y PM… ¡pero no lee nada del menú!

Como decía, las Memorias sí se verbalizan, lo que da acceso a poder almacenar frecuencias y programaciones de repetidor con subtonos, etc. Insisto, el TM-V7E no permite navegar con el sistema de voz a través del menú, cosa que si permite el TM-V71E, ni nos leerá tampoco otros parámetros como por ejemplo la señal de recepción.

Al entrar en el menú, solo oiremos «MENIU» pero nada más, unos pitidos al cambiar por las opciones de menú y otros pitidos que no nos indican demasiado bien si una función está activada o no.

La tecla de tono, la segunda de las pequeñitas empezando por la izquierda, cambia entre diferentes opciones relacionadas con el subtono y el silenciador del subtono.

Estas funciones no se hablan y sabremos que estamos en alguna de ellas porque oiremos un pitido agudo, u otro pitido más grave cuando volvamos a la posición «todo apagado». Tecla Función seguida de Tecla TONE nos llevarían a un ciclo similar pero con las funciones de DCS.

Cuidado con esto porque en las posiciones CTCSS y DCS, la radio enmudece, ya que sólo se oirán las señales con la codificación adecuada, cosa que me ha dado más de un quebradero de cabeza.

Tampoco se pronuncian, cuando se quieren elegir, los tonos CTCS, por ejemplo (sí lo hace la TM-V71E). Para configurarlos, presionaríamos el botón TONE hasta oír el pitido grave -posición Off-, presionaríamos una o dos veces más TONE (según la opción deseada) y luego mantendríamos pulsada la tecla función, seguida de la tecla TONE, lo que nos devolverá un pitido con otro tono (la importancia de los tonos en los pitidos).

Aquí, usaríamos la perilla de sintonización para seleccionar el subtono deseado y presionaríamos el botón TONE para confirmar. Pero, ¿qué tono estamos seleccionando? ¡No lo sabemos!, porque el pequeño sintetizador VS-3 no nos lo lee.

La tercera tecla de este grupo, REV, sirve para cambiar las frecuencias de entrada y salida, acompañado por un pitido alto (entrada) y bajo (salida). Deberemos pulsar la tecla del control de volumen del VFO que estemos usando para saber en qué frecuencia nos encontramos en cada momento, pues el equipo no lo lee automáticamente.

Presionando la función seguido de REV cambiaríamos los ajustes de desplazamiento entre Off (pitido grave), menos y más (pitido medio). También aquí ayudan los pitidos.

En España, las salidas de repetidor de 2m están en el rango de frecuencia 145.600 a 145.800.

Al pasar por alguna de estas frecuencias (sólo en 2m), el equipo entra automáticamente en modo repetidor, ajustando el offset correcto para la transmisión.

Decíamos que los canales de memoria son totalmente accesibles. Se hablan los números de canal y se anuncia su estado. Se les puede asignar nombres, pero el equipo no los lee, ni es posible hacerlo de manera autónoma y accesible.

Por cierto, la radio tiene 4 estados programables de la memoria.  Esto permite a un solo usuario configurar el transceptor para varios tipos de funcionamiento o para su uso en diferentes ubicaciones. También significa que varios usuarios diferentes pueden adaptar las funciones a su preferencia particular y almacenar la configuración individual. Este sistema es usable pero cuidado con no cambiar de modo sin querer.

Frontal de Kenwood TM-V7E

En resumen: el Kenwood TM-V7E es bastante usable (más que accesible, diría yo) y con pequeños trucos puedes llegar a manejarlo bastante. Para las operaciones de menú (ver manual) es precisa ayuda externa, pero son opciones que no deberemos, en un principio, cambiar a menudo. He probado con contar los pasos por el menú (del 1 al 17) pero el menú no siempre me devuelve a la posición 1 y si no recuerdo la posición en la que me he quedado la última vez he llegado a cambiar parámetros y tener que reiniciar el equipo para arreglarlo.

Al parecer, la accesibilidad mejora con creces si hablamos del TM-V71E, con muchas más funciones (comparando otra vez el chip VS-3 con el VGS-1).

Aun así, el TM-V7E tiene muchas áreas donde el operador ciego deberá inferir la información, en lugar de saberla con exactitud. Sinceramente es un equipito que me encanta y tras tantos años no me resulta difícil usarlo, pero es cierto también que lo hago con muchos trucos, valiéndome de sus pitidos, tonos y reiniciando a los valores de fábrica a la mínima de cambio cuando hago algo raro y no tengo unos ojitos prestados que me ayuden a arreglarlo.

Imagen de catálogo del Kenwood TS-2000

Reseña de accesibilidad del Kenwood TS-2000

(Nota: este artículo se basa en una traducción libre de la review de accesibilidad del equipo en cuestión, Publicada por Kelvin Marsh M0AID en la web Active-Elements.org realizada con el permiso expreso del autor por EA3GZA con sus impresiones).

El Kenwood TS-2000 ha sido, durante mucho tiempo, el equipo mejor considerado (y recomendado) por los
radioaficionados ciegos o con baja visión. Seguramente eso se debe a sus numerosos botones y teclas directas (sin necesidad de pasar por menús para realizar acciones concretas), su ergonomía y su sistema de pitidos o síntesis de voz (para esto último debe instalársele el módulo VS-3, que nos leerá en voz alta algunos parámetros, aunque cabe decir que este chip ha sido mejorado en su versión VGS-1 en Kenwoods más nuevos).
Os cuento que yo ya no dispongo de este equipo. De hecho nunca tuve uno. Conviví con él un tiempo (prestado por un colega) y luego tuve que devolverlo.
Bien. El transceptor cubre HF, 6M, y 2M con un máximo de 100 vatios, y usa 50 vatios para 70CM. Incluso se puede extender opcionalmente para transmitir en 23CM con un módulo adicional y dispone de un acoplador automático interna para HF. La radio tiene un receptor secundario para VHF y UHF.
Lo primero que me impresionó es su panel delantero. Tiene muchos botones de goma y controles giratorios que se diferencian entre sí y se localizan fácilmente.
El panel trasero tiene distintas tomas de antena, SO-239s para HF y 6M, 2M, y un conector tipo N para 70CM.
Como he mencionado, la radio tiene un número extenso de botones y perillas, con el dial de sintonización principal en el centro. A la izquierda de dicho dial, en la esquina superior izquierda, hay un bloque de 8 botones: se usan para llamar al sistema de voz (el botón que es redondito), encendido/apagado del equipo, conectar o desconectar el atenuador, el preamplificador, el VOX, el procesador, pasar de transmisión a recepción y usar por el acoplador interno (ATU).
Debajo de esto están los jacks del auricular y del micrófono y tres botones redondos muy pequeños, que se usan para poner en marcha distintos filtros.
La pantalla LCD ocupa la parte superior del panel.
Los 12 botones del teclado numérico están indentados ligeramente, y debajo de éstos, hay dos controles giratorios que sirven para ajustar el ancho de banda.
Directamente a la izquierda del dial de sintonía hay otros 10 botones que incluyen el de función, ganancia de micrófono, potencia, ajuste de la tecla CW y selección de modo. El dial de sintonización, en el centro, está levantado levemente, cosa que ayuda a su ubicación y hace menos probable que se modifique por error la frecuencia al tocar el dial cuando presionan los botones cerca de él.
A la derecha del dial de sintonía se encuentran los botones de Menú y TF-Set, que se utilizan para comprobar la frecuencia de TX al trabajar en Split.
Las teclas de flecha hacia arriba y hacia abajo sirven para moverse entre las bandas, mientras que la de izquierda y derecha se usan para seleccionar los receptores Main o Sub.
Estas 4 teclas están en un bloque en forma de «diamante», y junto con la mayoría de los botones, están muy juntos para facilitar su localización.
La verdad sea dicha, la distribución de los botones hace muy fácil el entender para qué sirven a una persona ciega, incluso sin haber tocado antes el equipo, o almenos intuírlo.
Sigamos.
A la derecha, y de nuevo ligeramente empotrado, hay un bloque de 9 botones. Estos incluyen las memorias rápidas, los botones asociados a la operación de SPLIT, y las opciones de escritura de memoria y recuperación de memoria. Finalmente, a la derecha del todo del panel se encuentran botones que se usan para el RIT y el XIT. Una perilla giratoria para la sintonización del receptor RIT/Sub, y la ganancia de RF y de AF para ambos receptores acaban de configurar el panel.
El control multicanal también se encuentra en este grupo.
Volviendo al lado izquierdo del panel frontal, cabe decir que la mayoría de estos botones son también de uso múltiple, y generalmente activan un menú de configuración si se pulsa primero la tecla de función.
Un paréntesis: los comandos para los que se precisa la tecla de función no ofrecen respuesta de voz y en realidad dan muy poca información auditiva, sólo algunos beeps o pitidos que nos pueden ayudar a veces a conocer la activación o desactivación de la opción.
Volvamos al botón redondito y programable, convenientemente colocado en la esquina superior izquierda del panel frontal. Ese botón, por ejemplo, nos puede informar de la señal de recepción, de la frecuencia en la que nos encontremos, etc. Pero deberemos programarlo mediante menú.
El TS-2000 lee el sistema de menús completo, pero solo el número del menú (no las letras asociadas) así que un operador ciego necesitará un método para recordar la función de cada número de menú. Por ejemplo, el RX Equalizer es el menú número 20. Usando el control Multi Channel, podemos movernos por el menú hasta que se oiga ‘Menu 20 – OFF’. El ajuste se realiza con las teclas de flecha hacia arriba y hacia abajo. Escucharíamos ‘Menú 20 H’ y luego ‘Menú 20 B’ y así sucesivamente. En este caso, ‘OFF’ significa que el ecualizador de recepción está apagado, ‘H’ es igual a High Boost y ‘B’ equivale a Bass Boost. Una buena opción para nosotros sería tener anotados los números de menú y sus correspondientes funciones asociadas, o tener una memoria excepcional para recordarlos.
Que el TS-2000 -u otro equipo cualquiera- en su cuerpo o en su micro tenga un teclado numérico completo facilita el desplazamiento a una frecuencia directa, opción que suelo usar con asiduidad en los equipos que la ofrecen.
Imaginemos que queremos desplazarnos a 7.100 MHZ. Deberíamos pulsar la tecla ‘ENTER’ (a la derecha del 0), y luego los números 7, el punto decimal (a la izquierda del 0), 1, 0 y 0. Si tenemos instalado el chip VS-3 la emisora dirá: ENTER, 7, MHZ, 1, 0, 0, VFO 7.100, cuando se vuelva a pulsar la tecla ENTER:
Debido a la «accesibilidad» del menú con la verbalización de los números presionados (lo guay sería que el menú se leyera completo, como ya pasa en algún equipo más moderno), el TS-2000 es muy útil en las bandas de HF. Para saber si el sintonizador automático funciona y se ajusta, podemos servirnos del chasquido de los relés seguidos de varios pitidos agudos. Si el acoplador no es capaz de ajustar la antena, se oirá el mensaje
SWR en CW.
El modo en el que se encuentre la radio (CW, USB, LSB, FM, AM…) también se indica con CW. Por ejemplo, cuando estemos en USB se escuchará Di Di Dah (una U).
En el uso normal, el TS-2000 puede indicar la mayoría de los ajustes, que un operador ciego podrá entender aunque sólo sea por eliminación. Me explico. Por ejemplo, para ajustar la potencia, se presiona el botón POWER y se ajusta la potencia girando el control multicanal. No hay respuesta de voz en este proceso, pero si se ha pulsado correctamente el botón POWER, el equipo emitirá un pitido agudo y cada «clic» del control multicanal aumentará la potencia en 5 vatios.
Por lo tanto, para ajustar 10 vatios de salida, deberíamos girar el control de canal en el sentido contrario a las agujas del reloj hasta que escuchemos un pitido, que indicará que se ha alcanzado el mínimo de 5 vatios. Luego deberemos girar el control un «clic» en el sentido de las agujas del reloj para ajustar 10 vatios, pasando de 5 a 10. Finalmente, volveríamos a presionar el botón POWER y el equipo emitirá un pitido grave que nos dirá que hemos salido del ajuste de potencia. ¿Qué os parece? E aquí la importancia de unos pitidos en distintos tonos. (Para tonos de pitidos los del Tmv7 o el TH-F7 de los que hablaremos en otros artículos). Otro ejemplo: Mic Gain se ajustaría de una manera similar, pero cada ‘clic’ aumentaría en un 1%. la ganancia. como esta opción se puede configurar del 1% al 100%, entonces lógicamente hay 100 ‘clics’ para contar. Eso sí, no hay forma de averiguar cuál es el valor actual, es decir, no podemos saber (si no nos acordamos) de si la emisora está en 50 vátios o en un 40% de la ganancia, a menos que contemos otra vez los ‘clics’ hasta que se alcance un límite. Por ejemplo, si contamos 30 ‘clics’ en el sentido de las agujas del reloj y luego escuchamos un pitido, podríamos deducir que el Mic Gain se había ajustado previamente en un 70%.
No es muy práctico, ciertamente, tedioso, pero al menos es posible.
Volvamos a la importancia de los tonos de los pitidos. ¿Cómo sabemos si una función está activada o no?
Si presionamos los botones a la izquierda del dial de sintonía, el estado de encendido o apagado de muchas opciones se indicará mediante un tono de pitido DIFERENTE, más agudo para indicar que está activado y más grave para indicar que está apagado.
Esto es particularmente útil cuando, por ejemplo, se entra en el modo de ajuste de potencia. Una notable excepción, sin embargo, es el procesador de voz. Inexplicablemente, no hay diferencia en el tono del beEp que indica si se ha activado o desactivado. Un operador ciego tampoco sabrá si está transmitiendo con el procesamiento de voz activado.
Un método para saber si estamos usando el procesador, sería escuchando nuestra propia transmisión a través de los auriculares, con la función Monitor activada.
La función SPLIT es también más o menos usable.
La Voz no nos indicará si estamos usando VFO A o B, pero en términos prácticos esto no importa. Al presionar el botón A / B se cambiará al VFO alternativo, permitiéndonos ingresar la frecuencia de TX. Pulsando de nuevo A / B volveríamos a la frecuencia RX. Pulsando ahora el botón Split podríamos empezar a utilizar dicha función.
Cada vez que se cambia de VFO, el equipo nos dirá en voz alta la frecuencia, pero al presionar el botón SPLIT no se obtiene ninguna retroalimentación de audio.
Afortunadamente, si pulsamos la tecla TF-Set, podremos escuchar la frecuencia de transmisión Split y oiremos un pitido si no estamos en el modo Split. Ese botón también es útil para comprobar la entrada del repetidor.
No hay duda, a estas alturas y por mi experiencia también, que el TS-2000 destaca del resto de muchos equipos en cuanto a accesibilidad, o lo ha hecho durante muchos años. (parece que la accesibilidad de equipos como el ts590sg o ts990 es también muy alta y rica, pero no he podido probarlos). Ojo, no estoy hablando de prestaciones, de recepción, de emisión, de capacidades… De hecho, en esos términos, el TS2000 no sería mi equipo preferido para HF ni mucho menos.
En los modos de VHF / UHF, es importante poder manejar las memorias de forma accesible, pues en muchos casos es necesario almacenar frecuencias de repetidor o simplex que nos convengan.
En ese sentido, el TS2000 es capaz (con el módulo VS-3, claro) de hablar los números de canal de las memorias, junto con las frecuencias almacenadas.
Cuando se utiliza 2M, la radio incluso sabe cuándo nos encontramos en frecuencias de los repetidores, y ajusta automáticamente el desplazamiento (en España de 145.600 a 145.775). ojo, que ahora parece que hay repetidores que legalmente pueden trabajar en 145,575mhz y mi TS2000 no se ajustaba ahí, teniendo que pulsar dos veces la tecla 0 para ajustar manualmente el -600.
Como dijimos anteriormente, no hay indicaciones habladas para las pulsaciones de botón que implican tener que presionar antes la tecla de función.
Esto significa, por ejemplo, que no hay retroalimentación sonora para seleccionar un tono CTCSS.
Normalmente, se selecciona un tono CTCSS pulsando Función seguido del número 6 en el teclado.
En la pantalla aparecerá una lista de tonos posibles para elegir. Una vez que se selecciona el tono correcto para un repetidor, se pulsa de nuevo la tecla de Función y el nnúmero 6 para salir de la lista CTCSS, quedando guardados los ajustes en la memoria.
Pero claro, ¿cómo sabemos qué tono está seleccionado si no vemos la pantalla y no nos lo lee el sintetizador?
Aquí es difícil, porque no hay diferencia en el pitido que emite la emisora cuando navegamos por la lista de tonos.
Un truquito: a veces podemos establecer el tono CTCSS para un repetidor, siempre que éste se encuentre en uso, es decir, que alguien esté hablando en él.
Deberíamos entrar en el modo de configuración CTCSS con Función seguido por 6, y luego usar el botón de escaneo para encontrar automáticamente el tono CTCSS correcto. Una vez más, no hay indicaciones habladas, es más una cuestión de ensayo y error.
En resumen, el TS-2000 ofrece un excelente acceso a la gran mayoría de sus características. Un operador ciego familiarizado con el diseño podría fácilmente configurar esta radio desde cero. El acceso al menú y los canales de memoria, y la gama de bandas de HF a 70CM en todos los modos, hacen el TS-2000 una opción muy atractiva para muchos operadores ciegos. Eso sí, tendremos que tener una gran dosis de memoria, cosa a la que ya estamos acostumbrados los que tenemos que enfrentarnos a menús y sus opciones. No es raro tener que recordar cuantas veces presionamos un botón o cuantas giramos un dial para acceder a tal o cuál función, activarla, desactivarla o cambiarla.
El amigo Kelvin nos hace una sugerencia que he usado más de una vez: el restablecimiento parcial. Esto conservará los ajustes de menú y memoria, pero nos llevará de nuevo a una posición conocida si nos quedamos realmente atascados. Si el operador utiliza un PC y se conecta a través de la interfaz CAT, Kenwood proporciona un programa MCP excepcionalmente accesible para el TS-2000. El MCP permite configurar la radio, incluyendo los ajustes de tecla de función que no se hablan como el CTCSS o para poder configurar los canales de memoria fácilmente.
Una vez que se han realizado cambios con el MCP, se pueden volver a escribir en la radio y se puede hacer una copia de seguridad del archivo creado, en caso de que se requiera un restablecimiento completo.
Existe también un dispositivo denominado Hampod (que no he probado) que dota al equipo de más accesibilidad, pero no os puedo contar más de lo que aparece en su web, de momento.

A parte del manual en PDF del equipo, en la web Handihams tienen diferentes archivos en audio (y en inglés) que ayudan a un operador ciego a familiarizarse con el equipo.

Una radio con defensores y detractores, pero simpática y usable para usuarios ciegos.

Emisora IC280E

Primer contacto con la radioafición. Recordando «mi» primer equipo: IC280E

Me considero muy nostálgico. De hecho, me atrevería a decir que muchos (no se puede generalizar) radioaficionados lo somos, y tal vez la afición lo sea también. Digo esto porque siento nostalgia cuando me acuerdo de «mi» primer equipo. Y pongo el posesivo entre comillas porque el propietario era mi padre, por aquél entonces (y ahora) EB3TA: un flamante transceptor móvil (pero que usaba en base) Icom IC-280E, de la banda de 2 metros FM, 10 vatios de potencia y tres memorias que se borraban cuando se desconectaba el equipo. Se ve que venía del Japón y que se construyó a finales de los 70. Sí, para muchos de mis lectores seguro que ya sería una modernidad, pero para mí fue el primero que tuve entre mis manos.
El momento en el que descubrí el aparato merece casi una mención aparte. No recuerdo muy bien cuando fue (puede que yo tuviera unos 8 años), pero un día, trasteando por el despacho de mi padre (donde convivían algún soldador que no debía pisar con los pies descalzos junto con kits, piezas y demás cachivaches que me encantaba tocar), encontré una caja rectangular con botones y ruedecitas. Le pregunté a mi padre qué era aquello y la frase: «es una emisora de radioaficionado, sirve para hablar con otra gente» me fascinó desde el minuto 0. Lo enchufamos a una fuente de alimentación pero del aparato solo emergieron chisporroteos. «Los finales estarán quemados». ¿Finales? pero si lo acabo de conocer, ¡debería hablarme de principios, no de finales!
Me consta que mi padre la arregló (seguro que lo hizo el amigo EA3CDW, quien se encargaría durante muchos años de mantener la pequeña instalación de mi padre) y lo conectó a una antena que, sin yo saberlo (obviamente nunca la había visto) se mantenía erguida en un mástil en el tejado de nuestro bloque, a siete pisos sobre el suelo. Una antigua antena Tagra (no recuerdo el modelo) que mi padre había montado unos 10 o 12 años atrás hasta que, por motivos que nunca supe, dejó la afición a un lado.
Me explicó por aquél entonces que él había vivido la noche del 23F mediante las ondas de aquél aparato y que constantemente solía hacer QSO’s con gente de los alrededores o vía repetidores como el R4 de Castellón.
¿QSO’s? ¿Repetidores? ¿Códigos Q?
Me contó también que para utilizar el aparato necesitaba una licencia, pasar un examen, un indicativo. Enseguida me aprendí el suyo, EB3TA, y uno de los primeros días en los que el transceptor ya lucía listo de nuevo, empecé a charlar con quienes creía que me contestarían. ¡Y vaya si lo hicieron!
«¡Niño, deja la emisora de tu padre y vete por ahí!» Juro que aún recuerdo el indicativo de quien me atizó tales palabras, un simpático EB5. No le culpo. Realmente no debía tocar eso. Mi padre me dijo que durante mucho tiempo tenía que escuchar, escuchar y escuchar.
Así empecé a aprender lo que significaban los números de las frecuencias, lo que significaba hablar por un repetidor o en directo, que había distintos tipos de antenas, que existía algo llamado «decamétricas» que por lo que se ve era la monda lironda… Llegué a aprenderme los sonidos de los repetidores, en CW, rápido y agudo el del R4 de Castellón, lento y más grave el 3 de Ibiza; o incluso por el sonido de la cola al caer, podía saber en qué frecuencia me encontraba: larguísima la del R6 de Montecaro que desaparecería años después, el simpático silbidito del R2 de Gandía, los beeps tan característicos de los de Denia (eso ya más tarde)…
Ni sabía nada de subtonos, ni de CTCS, ni de DCS, ni de la UHF… Todo esto lo iría aprendiendo con los años y ya con un nuevo equipo, allá por el 2001, un TMV7E de Kenwood que aún funciona y me acompaña, para mi disfrute (y a veces tedio de mi pareja) en el coche. Pero ya hablaremos de ese equipo, porque supuso un salto importante no solo en potencia, bandas y prestaciones sino en accesibilidad.
Y es que, señores, el IC280E, por muy bueno que me pareciese, no me permitía saber en qué frecuencia me encontraba. Pero mi mente fue creando pequeños trucos:
– El equipo siempre se encendía en 145.000MHZ. Si contaba las vueltas del dial (tac, tac, tac) podía saber dónde me encontraba, puesto que los saltos eran de 25KHZ y no había otra opción.
– También hallé por casa un antiguo FT23R de Yaesu, que me servía para encontrarme haciendo portadoras de una radio a la otra y cuadrar así las frecuencias, aunque casi nunca me ayudaba porque terminaba descuadrando el walkie, que tampoco era accesible, sacándolo de las frecuencias límite para radioaficionados.
– Sabía si estaba en Simplex o en +/-600 porque había teclas dedicadas a ese menester, solo debía memorizar su posición y cambiarla según me pareciera. No existían los menús (de los cuáles ya hablaré también en un futuro).
Los diales de sintonización, volumen y squeltch eran fáciles de sintonizar, incluso las 3 memorias, que se cambiaban con otro mando más pequeño. Pero el problema era la fuente de alimentación -regulable- que debía estar a la misma potencia, ni más alta ni más baja, para no cargarme el equipo. Lástima no conservar fotos de la época porque mi padre llegó a tunearla un poco para hacer coincidir una muesca del dial de sintonización con una señal hecha en el 12 de los voltios (creo que era así) para que yo pudiese ajustarla por si acaso se movía de su posición actual. Llegué incluso a tener marcados con dos cintas de distintos tactos los cables y sus conexiones en la fuente, para no equivocarme y conectarlas al revés.
Esas medidas fueron apareciendo en el tiempo para quedarse, aún hoy en día. Y es que si no hay accesibilidad o no vemos las cosas, hay que buscarse la vida y ser ingenioso. Y de eso mi padre sabía un rato.
Y así aprendía yo, con el transceptor, para qué servía cada mando, cada agujero, que aquello era un PL o una conexión modular de micrófono…
Tiempo después el aparato cayó en desuso y murió. Intentamos recuperarlo un par de veces (me consta que el trabajo de grandes como EA5AGV, EA5VF, etc. así lo demuestra) pero terminamos por dejarlo por muerto y conservarlo como reliquia. Incluso adquirí, en uno de esos empeños por arreglarlo, otro modelo igual que vendían por Internet de algún coleccionista y que murió también al cabo de poco tiempo de usarse. Los dos encienden, eso sí. Se puede ver la apariencia en la foto adjunta. Recuerdo incluso un característico zumbido que el aparato emitía todo el tiempo y que variaba de tono muy levemente cuando cambiaba de frecuencia o confirmaba alguna memorización. Todo servía, cualquier información sonora que a propósito o no emitiese el equipo, era importante para mí. Y eso sigue siendo válido hoy en día. Ya hablaré de la importancia de los beeps en equipos más modernos.
Y bueno, además de escuchar, también llegué a realizar QSO’s con él, y con eso me quedo, a parte, claro está, de la gente que tanto tiempo escuché por primera vez y a algunos conocí, de la mano, casi siempre, de uno de mis otros padrinos radiofónicos, EB3AJE (luego EA3HAO), Joaquín, quien podría considerar mi primer interlocutor en un QSO en serio por aquellos lares no tan lejanos.