logo de El mundo en nuestra antena

EA3GZA en ‘El Mundo en nuestra antena’

Os dejo, por si alguien tiene a bien querer escucharlo, mi paso por el programa ‘El Mundo en Nuestra Antena’, presentado por Arturo Vera, en el cuál hablamos de mi blog. El espacio se emite los lunes por la noche en Radio Benicalap y se cuelga después en la web de la URE.

Gracias, amigo Arturo y a todos los que habéis dedicado un ratito de vuestro tiempo a escucharlo.
Ah, y nada de ‘alguien especial’, ¡solo soy un radioaficionado más! 🙂

Aquí el enlace: https://www.ure.es/descargas/doc_download/1285-.html

 

Mejorando mi estación de radio. ¡Gracias EA3GYT y EA5RC!

El cuarto de radio de un radioaficionado es algo que va creciendo con el tiempo. Primero un equipo, luego un accesorio, luego un micrófono que te gusta, luego una antena que mola más, después un amplificador, un filtro, otro equipo que suena bien porque se lo has oído a alguien…

Pero las cosas hay que hacerlas poco a poco para vivirlas más intensamente. No es cuestión de tenerlo todo de golpe y agotar la afición en un santiamén. Así es como pienso yo. En mi caso, primero fue una emisora más pequeña, un walkie, muchos años con el transceptor multibanda, luego en el coche, luego un par de dipolos y las decamétricas…

Qué tiempos aquellos. Cuando cogía una troposférica y con una antena en el tejado podía charlar con algún repetidor italiano me costaba dormir de la emoción.

Esta semana pasada volví a tener esa sensación: me costó dormir la noche anterior al día que, después de varios intentos fallidos, se haría una mejora sustancial en el cuarto de radio. Hasta ahora tenía sólo un dipolo multibanda y una vertical con un par de mástiles. Ahora, la cosa se ha ampliado con una torre autosoportada de unos 14m, con puntera y alojamiento para rotor y antenas directivas (pero esto ya vendrá en un futuro). Ahora, un par de dipolos y una antena bibanda un poco mayor que la anterior son de momento suficientes para seguir adelante y disfrutando de la radio. Sigue siendo modesta, dirán algunos, pero mi sistema radiante es ahora ampliable y está perfectamente preparado para el futuro, para cuando pueda desembolsar más ahorrillos.

Pero bueno, que más que para explicaros lo que hay en mi shack (eso lo podéis ver en la sección correspondiente de esta web), este artículo debe servir como agradecimiento.

En primer lugar, para dos radioaficionados que, a parte de la demás gente implicada, han capitaneado el proyecto. Por un lado Pau, EA3GYT, pues gracias a él y a su buen hacer pude conocer a EA5RC, el colega Ramon. Agradecer desde aquí no solo el trabajo hecho (junto con otras personas que nos ayudaron en el desmontaje y posterior montaje de la torre y antenas), sino también su implicación personal, sus consejos y su paciencia. En fin, como dice mi padre, un profesional en toda regla.

Agradecimientos pues, a todos. A mi pareja, que ha tenido que sufrir con paciencia cada avance del proyecto; a mis amigos, que lo mismo; incluso a mi madre, que de un día para otro se ha topado con un mazacote de hierro que, aunque ella no lo diga, seguro que piensa que no queda bien con la estética del terreno.

Pero a parte de los mencionados antes (sobretodo EA3GYT y EA5RC como capitanes de todo esto), aquí ha habido una persona que merece capítulo aparte. EB3TA, mi padre, el verdadero apoyo en todo esto, sobre el que se sustenta mi interés por la radioafición y esta pedazo de instalación. Sin él, creedme, no habría sido posible nada. Ni el agujero, ni el hormigón, ni la paella que nos preparó para culminar el día de trabajo.  🙂

Todos ellos, incluso los peones y trabajadores que nos echaron una mano en cualquier punto, tal vez no lo sepan, no sean conscientes, pero han ayudado a hacer crecer uno de mis sueños que ya empezó hace años; a potenciar aún más una de mis aficiones favoritas. Gracias, gracias y gracias. TNX, TU (como se diría en CW -MORSE-) y cuantas formas haya para expresarlo. ¡Nos oiremos, cada vez mejor, en las ondas! Porque este es también uno de los buenos valores de los radioaficionados: ayudar y crecer juntos.

Estación con manipulador CW

El día que me animé a aprender CW en serio gracias al cursillo de @EA2CW y #EA7HYD

Seguro que mucho se ha debatido acerca del porqué se dejó de pedir un aprendizaje básico del CW (Morse, telegrafía…) como condición para aprobar el examen de radioaficionado.
En mi caso, sinceramente, hubiese preferido hacerlo entonces y quitármelo de encima. Sabía que me costaría mucho ponerme a estudiar CW después. Aunque me daba curiosidad, carecía de la constancia y de la fuerza de voluntad para aprender. Me metía en LCWO.net (artículo aparte para hablar de su accesibilidad), aprendía varias letras pero luego lo dejaba. No tenía método, ni rutina.
Pero todo lo bueno de esta vida suele llegar sin buscarlo. Un día leí en internet una web en la que se hablaba de un cursillo de CW, online, vía Skype, con unos horarios, más gente… Perfecto para mis problemas de constancia y rutina, al menos tendría la excusa y la obligación por respeto a los demás. Pero claro, ¿cómo sería el cursillo? ¿Qué programas usarían? ¿Serían accesibles? Contacté con su responsable, EA2CW, quien seguro que recibió mi correo entre sorprendido y curioso. En nuestro segundo intercambio de mensajes, aclarado el hecho de que yo podía usar Skype, la web de LCWO, Google Drive y otros recursos informáticos con normalidad, se disiparon las dudas.
Voy a ser breve en la entrada porque tampoco es plan de colgar aquí el material del curso. En internet hay infinidad de recursos pero hay que saber escogerlos y cribarlos.
Yo os puedo contar que, en poco menos de tres meses, he aprendido todas las letras del alfabeto (no contéis puntos y rayas, aprendeos el sonido) siguiendo el método Koch; he cogido el hábito de empezar a escuchar, escuchar y escuchar, uno de los consejos más repetidos; he conseguido aprenderme el esquema de un QSO típico; y todo esto a una velocidad aceptable. He interiorizado, también, abreviaciones y prosignos (ni idea de lo que eran antes de empezar el curso).
No, a la hora de escribir este post aún no he realizado mi primer QSO en CW. Tengo la teoría, pero me falta la práctica. He empezado a escuchar las bandas, interiorizando el esquema del QSO, entendiendo ya muchas conversaciones a más de 15PPM. Pero ahora estoy en la fase de trasladar todo esto a mi mano, al pequeño manipulador que adquirí al amigo Andrés (EA3PP). Y así lo seguiré haciendo (válgame Dios que sin la misma rutina ni constancia que en el curso) hasta conseguir una “buena caligrafía al manipular» para salir al aire con dignidad.
Me llevo del cursillo un montonazo de consejos, trucos, nombres de programas, aplicaciones móviles, recursos en internet, buenos comportamientos… ¡Y será cuestión de ponerlos en práctica!
Sólo me queda agradecer a EA2CW y EA7HYD, los artífices de todo este tinglado, por su paciencia y dedicación y a mis compañeros de cursillo. El mejor premio para todos será, algún día, hacer un QSO real con ellos, sin duda.

TX FER READ =
73 ES GL DE EA3GZA
= TU E E E

Emisora IC280E

Primer contacto con la radioafición. Recordando «mi» primer equipo: IC280E

Me considero muy nostálgico. De hecho, me atrevería a decir que muchos (no se puede generalizar) radioaficionados lo somos, y tal vez la afición lo sea también. Digo esto porque siento nostalgia cuando me acuerdo de «mi» primer equipo. Y pongo el posesivo entre comillas porque el propietario era mi padre, por aquél entonces (y ahora) EB3TA: un flamante transceptor móvil (pero que usaba en base) Icom IC-280E, de la banda de 2 metros FM, 10 vatios de potencia y tres memorias que se borraban cuando se desconectaba el equipo. Se ve que venía del Japón y que se construyó a finales de los 70. Sí, para muchos de mis lectores seguro que ya sería una modernidad, pero para mí fue el primero que tuve entre mis manos.
El momento en el que descubrí el aparato merece casi una mención aparte. No recuerdo muy bien cuando fue (puede que yo tuviera unos 8 años), pero un día, trasteando por el despacho de mi padre (donde convivían algún soldador que no debía pisar con los pies descalzos junto con kits, piezas y demás cachivaches que me encantaba tocar), encontré una caja rectangular con botones y ruedecitas. Le pregunté a mi padre qué era aquello y la frase: «es una emisora de radioaficionado, sirve para hablar con otra gente» me fascinó desde el minuto 0. Lo enchufamos a una fuente de alimentación pero del aparato solo emergieron chisporroteos. «Los finales estarán quemados». ¿Finales? pero si lo acabo de conocer, ¡debería hablarme de principios, no de finales!
Me consta que mi padre la arregló (seguro que lo hizo el amigo EA3CDW, quien se encargaría durante muchos años de mantener la pequeña instalación de mi padre) y lo conectó a una antena que, sin yo saberlo (obviamente nunca la había visto) se mantenía erguida en un mástil en el tejado de nuestro bloque, a siete pisos sobre el suelo. Una antigua antena Tagra (no recuerdo el modelo) que mi padre había montado unos 10 o 12 años atrás hasta que, por motivos que nunca supe, dejó la afición a un lado.
Me explicó por aquél entonces que él había vivido la noche del 23F mediante las ondas de aquél aparato y que constantemente solía hacer QSO’s con gente de los alrededores o vía repetidores como el R4 de Castellón.
¿QSO’s? ¿Repetidores? ¿Códigos Q?
Me contó también que para utilizar el aparato necesitaba una licencia, pasar un examen, un indicativo. Enseguida me aprendí el suyo, EB3TA, y uno de los primeros días en los que el transceptor ya lucía listo de nuevo, empecé a charlar con quienes creía que me contestarían. ¡Y vaya si lo hicieron!
«¡Niño, deja la emisora de tu padre y vete por ahí!» Juro que aún recuerdo el indicativo de quien me atizó tales palabras, un simpático EB5. No le culpo. Realmente no debía tocar eso. Mi padre me dijo que durante mucho tiempo tenía que escuchar, escuchar y escuchar.
Así empecé a aprender lo que significaban los números de las frecuencias, lo que significaba hablar por un repetidor o en directo, que había distintos tipos de antenas, que existía algo llamado «decamétricas» que por lo que se ve era la monda lironda… Llegué a aprenderme los sonidos de los repetidores, en CW, rápido y agudo el del R4 de Castellón, lento y más grave el 3 de Ibiza; o incluso por el sonido de la cola al caer, podía saber en qué frecuencia me encontraba: larguísima la del R6 de Montecaro que desaparecería años después, el simpático silbidito del R2 de Gandía, los beeps tan característicos de los de Denia (eso ya más tarde)…
Ni sabía nada de subtonos, ni de CTCS, ni de DCS, ni de la UHF… Todo esto lo iría aprendiendo con los años y ya con un nuevo equipo, allá por el 2001, un TMV7E de Kenwood que aún funciona y me acompaña, para mi disfrute (y a veces tedio de mi pareja) en el coche. Pero ya hablaremos de ese equipo, porque supuso un salto importante no solo en potencia, bandas y prestaciones sino en accesibilidad.
Y es que, señores, el IC280E, por muy bueno que me pareciese, no me permitía saber en qué frecuencia me encontraba. Pero mi mente fue creando pequeños trucos:
– El equipo siempre se encendía en 145.000MHZ. Si contaba las vueltas del dial (tac, tac, tac) podía saber dónde me encontraba, puesto que los saltos eran de 25KHZ y no había otra opción.
– También hallé por casa un antiguo FT23R de Yaesu, que me servía para encontrarme haciendo portadoras de una radio a la otra y cuadrar así las frecuencias, aunque casi nunca me ayudaba porque terminaba descuadrando el walkie, que tampoco era accesible, sacándolo de las frecuencias límite para radioaficionados.
– Sabía si estaba en Simplex o en +/-600 porque había teclas dedicadas a ese menester, solo debía memorizar su posición y cambiarla según me pareciera. No existían los menús (de los cuáles ya hablaré también en un futuro).
Los diales de sintonización, volumen y squeltch eran fáciles de sintonizar, incluso las 3 memorias, que se cambiaban con otro mando más pequeño. Pero el problema era la fuente de alimentación -regulable- que debía estar a la misma potencia, ni más alta ni más baja, para no cargarme el equipo. Lástima no conservar fotos de la época porque mi padre llegó a tunearla un poco para hacer coincidir una muesca del dial de sintonización con una señal hecha en el 12 de los voltios (creo que era así) para que yo pudiese ajustarla por si acaso se movía de su posición actual. Llegué incluso a tener marcados con dos cintas de distintos tactos los cables y sus conexiones en la fuente, para no equivocarme y conectarlas al revés.
Esas medidas fueron apareciendo en el tiempo para quedarse, aún hoy en día. Y es que si no hay accesibilidad o no vemos las cosas, hay que buscarse la vida y ser ingenioso. Y de eso mi padre sabía un rato.
Y así aprendía yo, con el transceptor, para qué servía cada mando, cada agujero, que aquello era un PL o una conexión modular de micrófono…
Tiempo después el aparato cayó en desuso y murió. Intentamos recuperarlo un par de veces (me consta que el trabajo de grandes como EA5AGV, EA5VF, etc. así lo demuestra) pero terminamos por dejarlo por muerto y conservarlo como reliquia. Incluso adquirí, en uno de esos empeños por arreglarlo, otro modelo igual que vendían por Internet de algún coleccionista y que murió también al cabo de poco tiempo de usarse. Los dos encienden, eso sí. Se puede ver la apariencia en la foto adjunta. Recuerdo incluso un característico zumbido que el aparato emitía todo el tiempo y que variaba de tono muy levemente cuando cambiaba de frecuencia o confirmaba alguna memorización. Todo servía, cualquier información sonora que a propósito o no emitiese el equipo, era importante para mí. Y eso sigue siendo válido hoy en día. Ya hablaré de la importancia de los beeps en equipos más modernos.
Y bueno, además de escuchar, también llegué a realizar QSO’s con él, y con eso me quedo, a parte, claro está, de la gente que tanto tiempo escuché por primera vez y a algunos conocí, de la mano, casi siempre, de uno de mis otros padrinos radiofónicos, EB3AJE (luego EA3HAO), Joaquín, quien podría considerar mi primer interlocutor en un QSO en serio por aquellos lares no tan lejanos.

Libro de examen del radioaficionado

Mis andanzas con el examen de radioaficionado. De como en 2008 me convertí en EA3GZA.

Dice la resolución de 3 de junio de 2014, de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información (actual Secretaría de Estado para la Sociedad de la Información y la Agenda Digital), que se debe realizar un examen de capacitación para operar estaciones de radioaficionado. En internet hay infinidad de páginas web, recursos, tests, archivos con preguntas para superar el examen y el modo de solicitarlo.
Creo que actualmente ha cambiado el modo de hacer las peticiones en algunas comunidades, pero cuando yo lo hice, en 2008, tenías que esperar a que saliera una convocatoria y presentarte en grupo.
Pero antes de todo esto, claro, estudiar. Justo había terminado la carrera y estaba en ese momento de frustración por no encontrar trabajo. Fue entonces cuando me decidí a sacarme el anhelado EA3 (Eco Alfa Tres); así empiezan los indicativos en España, junto con EB (Eco Bravo) y EC (Eco Charlie), que son las distintas clases.
Antaño, para sacarse el EA, era imprescindible pasar primero por EC o EB y estudiar telegrafía. Por aquél entonces, ya no. (Lo de no tener que estudiar telegrafía lo lamentaría años después).
Así que me puse a buscar recursos para estudiar las materias que entraban en el examen.
En la ONCE encontré unos libros en audio (en casete) de Aliaga Arque J. (EA3PI): Manual fácil del radioaficionado emisorista (Tomos I y II). Algunas cosas me sonaban de tantos años de escucha, otras me las había explicado mi padre (Código Q, Código Fonético…), pero había capítulos dedicados a la radioelectricidad, con dibujos y esquemas de electrones, neutrones… ¿Y los tipos de antena? ¿Cómo iba a entenderlos si no veía los dibujos? ¿Impedancias, reactancias? ¿En qué berenjenal me estaba metiendo?
Yo por entonces no sabía que desde ARMIC se ofrecía un apoyo integral al usuario, adaptado a cada caso, a sus conocimientos y necesidades, incluso con clases teóricas o prácticas o acompañándole al examen. ¡Y lo siguen haciendo a día de hoy!
Así que tras escucharme el libro varias veces, me enteré que, si te hacías socio de la URE, podías comprar un fantástico Libro de Examen de Radioaficionado. Por aquél entonces se me comentó que no existía (o no podían mandarme) una versión en PDF para leerla con mi ordenador. Así que compré el libro físico, lo destripé (como podéis ver en la foto) y lo escaneé.
(Hoy día se puede encontrar mucho material en Internet, pongo algunas URL’s al final de este texto. Puede que aún guarde el texto plano de aquél libro que escaneé para mi consumo propio).
Tras pasarle el OCR me empapé de lo que pude durante unas semanas y… ¡voilà!
Era sábado. Tras desayunar un bocadillo de tortilla de patatas que nos supo a gloria, allí estábamos mi señor padre y yo (no sé quién de los dos más nerviosos), en la Casa del Mar de Tarragona, donde nos esperaba alguien de la Jefatura Provincial de Inspección de Telecomunicaciones que me ayudaría a rellenar el examen (tipo test) y me lo haría de forma oral.
Pero, ¿y las preguntas donde salían dibujos, figuras, identificación de antenas? Bueno. Digamos que la persona que me ayudó fue bastante benevolente con dichas preguntas (no con las demás, que conste) y al final la cosa salió sin problemas. (Sht, ahora que no nos lee nadie, tuve suerte que mi padre estuviese presente en la misma sala esperándome). Fuera coñas. Al cabo de unos meses, me comunicaron que ya era poseedor de una licencia propia: Eco Alfa Tres Golf Zulú Alfa (EA3GZA). «G»on»ZA»lez. ¿Casualidad? Supongo que sí. Me costó acostumbrarme al indicativo de tres letras, después de tantos años escuchando el EB3TA de mi padre. ¡Por fin lo había conseguido! Sería ese el principio, sin prisa pero sin pausa, de una de mis aficiones favoritas por aquél entonces y que no dejaría de crecer con el paso de los años y con los descubrimientos venideros.

Enlaces relacionados:
https://www.ure.es/ure/2013-07-04-08-05-32.html
http://www.urvag.com/index.php/anexos/descarga-de-archivos/file/18-libro-de-examen-de-radioaficionado
https://es.scribd.com/doc/89754710/Temario-Simplificado-Del-Libro-de-Examen-de-Radio-Aficionado
http://www.fediea.org/examen/ejercicios/

Foto de perfil

¡Bienvenidos!

Hola y bienvenid@ a la página web de EA3GZA (Eco Alfa Tres Golf Zulú Alfa).
Mi nombre es Miguel González, soy de Alcanar aunque vivo en Tarragona y EA3GZA es mi indicativo de radioaficionado. Profesionalmente soy periodista y una de mis aficiones favoritas, junto a la música, es, precisamente, la radioafición. Me saqué la licencia para poder operar una estación de radio tras aprobar un examen (de clase A [Eco Alfa]) allá por el 2007, animado por mi padre, también radioaficionado (con indicativo EB3TA) y quien me contagió la pasión por este mundo.

En primer lugar, gracias por visitar la web. Si has llegado buscando algo concreto, espero que lo encuentres. Si simplemente todo esto te sabe a nuevo, tal vez te estés preguntando cosas como:

¿Y esto de la radioafición, qué es?

Además, también soy ciego de nacimiento.
Esto me limita (pero no me impide) cacharrear con el montaje de equipos, torres, antenas o esquemas, así como al acceso normal a transceptores, software, medidores, etc. Aun así, existen equipos, programas, aparatos más o menos accesibles y, sobre todo, una buena dosis de recursos, trucos y maneras de operar que me permiten desempeñar este hobby con cierta normalidad.
Y de ahí nace esta web: de la intención de compartir mis modestas experiencias, reseñas, hallazgos, aventuras y desventuras en el mundo de la radioafición.
Pongamos ejemplos. En algunas ocasiones me han preguntado:
– ¿Cómo sabes en qué frecuencia trabajas? (Hay equipos que leen en voz o en CW (Morse) el número de la frecuencia en la que nos encontramos, modo u otros parámetros, pero otros no.)
– ¿Y qué equipos traen de fábrica la accesibilidad incorporada?
– ¿Hay aparatos específicos que pueden ayudar?
– ¿Cómo accedes a los menús del equipo? (La mayoría de transceptores no cuentan con respuesta de voz para operaciones más complejas.)
– ¿Cómo manejas el programa de ordenador para llevar al día tu libro de guardia? (Con un lector de pantallas y después de una intensa búsqueda de un programa de Logging más o menos accesible).
– ¿Cómo organizas tu cuarto de radio para no hacerte un lío con los cables, las conexiones y no hacer un estropicio?
– ¿Y las QSLS? Sí, esas tarjetas que os intercambiáis los radioaficionados, ¿cómo las gestionas?

Son solo ejemplos de algunas preguntas que van saliendo cuando charlo, totalmente infectado por el virus de la radio, con colegas o amigos.
Pero además, este sitio nace también de la inquietud por mejorar y recibir nuevas recomendaciones de colegas que seguro que saben mucho más que yo de todo esto. ¡Porque en la radioafición, cada día aprendes algo nuevo!

Es cierto que podemos llegar a perdernos o agobiarnos entre la amalgama de información que hoy en día nos brinda Internet. Siempre he pensado que entender del todo y entrar de lleno en el mundo de la radioafición y sus pormenores (diplomas, concursos, modalidades, DX, opciones, posibilidades…) requiere años, constancia, dedicación y, sobre todo, mucha experiencia. Pero también estoy convencido que (casi) siempre habrá un radioaficionado dispuesto a explicar, aconsejar, ayudar o echar una mano en lo que nos haga falta.

¿Que no hay gente joven radioaficionada? Ellos se lo pierden.
¿Qué es una afición antigua y desfasada? Nada más allá de la realidad, estamos en evolución constante.
¿Que no gusta eso de estar encerrado en un cuarto de radio? Para eso existen las operaciones portables o el apasionante QRP (operaciones a baja potencia, pudiendo llevar la radio mientras caminas, al monte o allá donde vayas con un simple walkie).

Soy socio de la URE (Unión de Radioaficionados Españoles), miembro de la Sección del Montsià (en Tarragona), así como socio del Ràdio Club del Tarragonès (EA3RCY), la Asociación de Radioaficionados Minusválidos Invidentes de Catalunya ARMIC (EA3RKR) -lo de minusválidos ya chirría un poquitín-, del EA-QRP Club y espero que a punto de serlo del grupo TortugasCW.

Gracias a todos por visitar la web una vez más y agradezco desde ya vuestras aportaciones a cualquier artículo que aquí comparta. Gracias también a mi padre, EB3TA, por transmitirme los valores y el gusanillo de la radioafición y a tantas personas que me han ayudado con paciencia, consejos, montajes y un largo etcétera. Ah, y a la que cuida de la imagen visual de la web, mi X (y pareja) que me aguanta con el cacharreo de la radio, y a quien no convenceré para sacarse el indicativo, Núria.

73 (Saludos) a todos y ¡adelante! ¡A explorar la web y a darme vuestras impresiones!

 

Miguel – EA3GZA

ea3gza@ure.es